18 de noviembre de 2011
Haiku
Sobre él caen
Dos gotas de soledad
Que ya no mojan
Venecia triste
despide dos amantes
y los protege
Dos pies llevan
una dulce sonrisa.
Arde el alma
Allí decían
vendían el amor
y nadie compró.
Pequeñas hojas
dibujan un camino
y ningún final.
Dos ojos como
dos abismos de miel
y ambrosía.
Frances.
Un día susurró
"Soy dueño de la Luna"
Y todo cambió.
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