25 de diciembre de 2010

Salvador Dalí - «El Surrealismo soy yo»


«La única diferencia entre un loco y yo, es que yo no estoy loco» 

Controversial, exhibicionista y provocador, ya en su adolescencia decidió que llegaría a ser un "gran genio". Rápidamente asimiló las técnicas de pintar más avanzadas hasta que, en los años veinte, se encontró con el Surrealismo, al que se vinculó tan hondamente que llegó a decir «El Surrealismo soy yo», expresión que confirmaron su obra y su propia vida.


Detalle de La hora del rostro agrietado, donde aparece él mismo de niño junto a su padre (1934)


EL NIÑO MALCRIADO Y EXHIBICIONISTA
Salvador Domingo Felipe Jacinto Dalí y Domènech nació en Figuras (Girona - España), el 11 de mayo de 1904, un después de la muerte de su hermano mayor, también llamado Salvador. Pese a lo que pueda parecer, no fue en su honor que llevaba ese nombre, sino porque su padre se llamaba así, un notario casado con Felipa Domènech y Montaner. Sin embargo, este hecho marcó la vida del pintor y su relación con sus padres, pues a los cinco años lo llevaron a visitar la tumba de su hermano y le dijeron que él era su reencarnación, algo que Salvador creyó. De su hermano dijo "...nos parecíamos como dos gotas de agua, pero dábamos reflejos diferentes...Mi hermano era probablemente una primera visión de mí mismo, pero según una concepción demasiado absoluta.

Dalí, niño, con su padre (1971)

Para llamar la atención y para vencer su timidez patológica, adoptó desde muy pequeño una actitud fuertemente exhibicionista, que no cambió aun con el nacimiento de su hermana Anna María, pues los Dalí siguieron protegiéndolo y mimándolo, provocando que Salvador se acostumbrara a que todos sus deseos y antojos fueran concedidos al momento.

Dalí con su hermana Anna María.


EXTRAVANTE ESTUDIANTE
Salvador nunca se destacó por sus calificaciones, excepto en una materia: Pintura. Su primer profesor de dibujo fue Juan núñez, un grabador, pero fue a Ramón Pitxot a quien Dalí consideró su verdadero maestro, pues gracias a él descubrió el impresionismo catalán, el cubismo de juan Gris y el futurismo italiano.

Autorretrato (1921)


En 1921 Dalí ingresó a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid. Sus primeros días allí no fueron fáciles, pues debido a su timidez no le resultaba fácil comunicarse con sus nuevos compañeros, quienes le llamaban el "pintor checoslovaco", quizá por su extravagante aspecto, ya que, con dieciocho años, Dalí usaba capa y bastón, y se peinaba el cabello largo hasta los hombros y usaba grandes patillas, algo más propio de la época romántica que de los años veinte. Sin embargo, cuando lo vieron pintar, se ganó el respeto de todos. Por aquel entonces ya había abandonado sus inicios impresionistas y estaba investigando por el camino del cubismo y la neofiguración.


Autorretrato cubista (1923)
«La razón que muchos retratos no sean fieles,
es que las personas al posar,
no se esfuerzan por parecerse a sus retratos.»


Muchacha de espaldas (1925)


Trabó amistad con dos de sus compañeros: Luis Buñuel y Federico García Lorca. Con ellos comenzó a vivir la vida madrileña, saliendo y divirtiéndose, pero también participando en las reuniones cultas y vanguardistas. Además, cambió de aspecto: se cortó el pelo y comenzó a vestir ropa deportiva a la última moda, convirtiéndose en un verdadero dandi. Parece que su amistad fue más íntima con Lorca, pero ideológicamente estaba más cerca de Buñuel, ya que los dos sentían el mismo ansia de innovación y ruptura con el arte de sus mayores.

 
Salvador con Lorca y Pepín Bello.


Salvador Dalí, José Moreno Villa, Luis Buñuel, Federico García 
Lorca y Antonio Rubio en el paseo de la Bombilla en Madrid, 
cerca del  Río Manzanares. Fotografía de 1926.

Dalí nunca estuvo de acuerdo con el sistema académico de enseñanza establecido en la Academia. En 1925 fue expulsado de las clases, aunque con derecho a examinarse, por lo que continuó sus estudios en una academia privada. Seguía frecuentando tertulias, participando en exposiciones y amplió horizontes en su primer viaje a París, donde conoció a Picasso y quedó fascinado con el Museo del Louvre. Pese a todo, nunca llegó a graduarse en San Fernando porque durante los exámenes del último curso se negó a responder, afirmando que los profesores examinadores eran unos incompetentes, lo que le valió la expulsión definitiva y el fin de su etapa académica.

Gran Arlequín y pequeña botella de ron (1925)

CAMINO AL SURREALISMO
Regresó a Figueras, a una casa familiar en Cadaques, donde siguió pintando y recibiendo la visita de sus amigos Lorca y luego Buñuel. Junto a éste último escribió el guión de Un chien andolou (Un perro andaluz), la película surrealista por antonomasia. El rodaje comenzó en 1929 y Dalí se trasladó a París, donde entró en contacto con el grupo de surrealistas, con Breton y el poeta Paul Éluard a la cabeza. El estreno de la película constituyó un verdadero escándalo para los burgueses y un éxito sin precedentes para la vanguardia artística.

La miel es más dulce que la sangre (1925), la primera obra surrealista de importancia de Dalí.


Conocido fotograma de Un chien andalou (1929), donde el ojo de 
la mujer es cortado por una navaja.



Otro fotograma de la película. Un perro andaluz nació de la confluencia de dos sueños. 
Dalí contó que soñó con hormigas que pululaban en sus manos 
y Buñuel a su vez cómo una navaja seccionaba el ojo de alguien.



Un chien andalou (1929), el cortometraje completo.


Dalí expuso por primera vez en Francia, consolidando aún más su éxito, y retornó definitivamente a la pintura figurativa. A lo largo de los años treinta desarrolló un método de pintar al que llamó paranoico-crítico, a través del cual exploró el carácter fantásticamente doble y ambiguo de la realidad, repleta de amenazas y promesas que lo único que hacían era mantener en vilo la existencia de la gente.


El gran masturbador (1929)


El enigma del deseo (mi madre) (1929)


Placeres Iluminados (1929)


En el verano de 1929 llegaron a la casa de Dalí los surrealistas, y con ellos viajaba Gala, la mujer de Éluard, que no regresó a París pues se convirtió en la amante, y más tarde, mujer de Salvador. Esta relación provocó la ruptura definitiva con el padre del pintor, pues no estaba dispuesto a aceptar más excentricidades y escándalos por parte de su hijo.


La persistencia de la memoria (Los relojes blandos) (1931), la obra más conocida de Dalí


Guillermo Tell (1931). Con la venta de esta pintura fue que Dalí y Gala compraron su barraca de pescadores en Port Lligat


Sensación de velocidad (1931)


La pareja se marchó de Figueras y compraron una barraca de pescadores en Port Lligat. Con los años fueron restaurando y añadiendo anexos a la edificación principal, convirtiéndola en un laberíntico refugio muy al gusto del pintor. En ella, Dalí continuó pintando y escribiendo, pero sobre todo, se dedicó al bienestar de Gala.

Estudios para La vejez de Guillermo Tell (1931)


Meditación sobre el Arpa (1932-1934)


«AVIDA DOLLARS»
Las relaciones con sus antiguos amigos se deterioraron completamente. Hacía años que no hablaba con Lorca, quien estaba dolido porque creía que la inspiración de Un perro andaluz era él. La ruptura con Buñuel se produjo poco después del estreno de la película, porque se discutieron la autoría de ciertos pasajes.

 El nacimiento de los deseos líquidos (1932)


Escultura realizada con técnica mixta, Busto retrospectivo de una mujer (1933) 


Respecto a los surrealistas, Breton comenzó a oponerse a la actitud prepotente de Dalí, al que acusó de preocuparse únicamente del dinero, bautizándolo Avida Dollars, ingenioso anagrama realizado al mezclar las letras de su nombre y su apellido. Su expulsión definitiva del grupo se produjo definitivamente en 1934, a lo que Dalí respondió con su famosa frase "el surrealismo soy yo".


Avida Dollars (1954), del fotógrafo Philippe Halsman en colaboración con Dalí.


Al pintor no le desagradó dicho apodo. Él mismo comenzó  a propagar sus intenciones de hacerse millonario, proyecto en el que le ayudó Gala, convertida en su representante. Al comienzo de la Guerra Civil española (1936-1939) partieron hacia Estados Unidos, país en el que ya habían estado en 1934 y donde fueron recibidos con gran expectación.

Retrato de Mae West que puede utilizarse como apartamento surrealista (1935)


Canibalismo otoñal (1936)


 Construcción blanda con judías hervidas (1936)


El enigma de Hitler (1937)

El primer contacto que los norteamericanos habían tenido con su obra fue a través del cuadro La persistencia de la memoria por el que, literalmente, se volvieron locos. En este nuevo viaje, Dalí utilizó a la prensa sensacionalista para afianzar su fama y expuso en Nueva York, Chicago y Boston.


Niño geopolítico observando el nacimiento del nuevo hombre (1943)


Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes de despertar (1944)


 Mi esposa desnuda (1945)


Cesto de pan – Antes la muerte que la vergüenza (1945)

PORT LLIGAT, EL FINAL DEL CAMINO


Regresó a España tras el fin de la Segunda Guerra Mundial y la garantía de buenas relaciones con la dictadura franquista. A partir de 1948 desarrolló en Port Lligat casi toda su obra, dedicada, en su mayoría, a Gala, a quien representó como Virgen en la Madona de Port Lligat, cuadro que regaló al papa Pío XII. Desde entonces comenzó a hacer una serie de obras repetitivas con el único fin de llenar su cuenta corriente.


La Tentación de San Antonio (1946)


Leda Atómica (1949) 


La Madona de Port Lligat (1950) 


La Madona de Port Lligat (1950) - detalle


Desintegración de la persistencia de la memoria (1954)


En 1966, los norteamericanos le dedicaron una gran retrospectiva en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Tras la exposición, decidió crear un museo en Figueras en el que se pudiera hacer un recorrido por todo el universo daliliano. El edificio fue inaugurado en 1974.


Dalí y Gala en 1964.


La pesca del Atún (1967)


El Teatro-Museo Dalí en Figueras (España), inaugurado en 1974.


Imagen del patio interior del Teatro-Museo Dalí de Figueras.


Sin embargo, este proyecto no logró frenar la imparable decadencia artística de Dalí. Gala murió en 1982, y el artista quedó sumido en la tristeza. Aún así, siguió pintando, aunque hoy día se pone en duda la autoría de muchas de las obras firmadas durante este periodo, ya que su producción es demasiado grande para el estado de ánimo y salud con la que vivió sus últimos años. Murió el 23 de enero de 1989, y fue enterrado en el Teatro Museo Figueras.


El Torero Alucinógeno (1970)


La mano de Dalí retirando un toisón de oro en forma de nube para mostrar a Gala la aurora completamente desnuda, muy muy lejos, detrás del sol (pintura estereoscópica) (1977)


Cola de golondrina (1983), la última pintura de Dalí.


La tumba de Salvador Dalí, en el Teatro-Museo Dalí.


TRIBUTOS

A tribute to Salvador Dalí, por Dessin Ric

A tribute to Salvador Dalí, en sentido horizontal donde pueden apreciarse curiosos detalles de la ilustración.


Dali Tribute, por Profezzor 

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